12 de enero de 2010

Los sueños se rompen con la misma facilidad que la varilla de un paraguas

Julia iba andando por la calle mayor cuando encontró un paraguas. Imaginó que el paraguas la elevaría por los cielos. Podría tumbarse en las esponjosas nubes, esquivaría los rayos, volaria con los pájaros. También vería a la gente que le hizo daño muy pequeñitos, ahora si estaba por encima de ellos. Pero Julia se dio cuenta de que sus sueños no podían cumplirse. ¿Como iba a volar con un paraguas que tenía una varilla rota?
Los sueños se rompen con la misma facilidad que la varilla de un paraguas.

11 de enero de 2010

La soledad te tiene presa entre sus garras. No puedes moverte. Ni siquiera puedes dar un paso. Pero quizá quieras que la soledad te aprese. Si, claro que quieres. Prefieres que te aprese ella a que lo haga algún idiota que diga estar locamente enamorado de ti.