Y llegó el momento de sentarse encima de la maleta porque no cierra. Se acabaron los exámenes, el agobio, la monotonía... Se acabó. Lista de reproducción nueva en el iPod. Unas seis horas de viaje, creo que sonará mucho Rock. De ese que siempre me acompaña, y me saca sonrisas donde las haya. También me esperan tardes de carretera en mi bici roja, y tardes con ellos, que tengo unas ganas infinitas de verlos.