30 de mayo de 2010

Quiero morir un rato, y si es a tu lado...

No hace falta que te esfuerces en no guardar silencio. Porque de todas maneras, lo que digas se lo acabará llevando el viento. No volverá nunca. O quizá sí. Es como una ola del mar, ¿cuando verás la misma ola dos veces?. O como un abrazo. No hay dos iguales. Cada uno lleva un sentimiento detrás. Los hay bonitos, como una amistad que parece no terminar. O tan llenos de hipocresía que un día explotarán. O como una estrella, cada una lleva la vida de alguien, pienso yo. Cada día de la vida de un diminuto ser humano, en este mundo que ya no es tan bonito como lo pintaban.