25 de marzo de 2012

Como dice Rulo, amores de contenedor. Amores de fábrica, de diseño. Amores sin control. Amores cortos, amores largos. Amores que acaban en el minuto dos, amores que batallan tempestades. Amores sin amor.

El suyo no estaba encasillado. Nunca supe ponerle nombre, dicen que el que menos ama es el que se etiqueta. Nunca se quisieron tanto, o siempre se quisieron demasiado. ¿Qué importa a estas alturas?
Se conocieron cuando empezó todo. Una vez finalizada la guerra, cuando parecía que se abrían mil caminos para ellos a las puertas de ese pueblo que no les dejaba respirar. Amor a escondidas, se querían a oscuras, eran otros tiempos. 
Años después, partió el primer tren a la capital y él se fue, a buscar la vida que aún no había encontrado. Tiempo más tarde volvió por ella y de la mano descubrieron aquella que era la gran ciudad. La ciudad del futuro, en la que después tendrían a sus hijos y a su nieta. 
Su amor se mantuvo entre hospitales, salas de espera, camillas, médicos y enfermeras. Entre medicamentos y lágrimas. Y abrazos. Porque siempre hay abrazos, siempre hay una mano que les sujeta, la del otro. Siempre serán ellos dos, solo ellos dos. Aún así, siempre me tendrán a mí.

24 de marzo de 2012

Rucu rucu.

Tu músico de siempre tocando canciones que no son las de siempre. Con una banda que no es la de siempre y sin el del pañuelo colgado del micrófono. Se me hace raro, las cosas cambian. Pero Rubén es Rubén y su 'Madrid' siempre será un trocito de mí. Cambiando el noches en Siroco, terracita Antón Martín por baila un poquito por la habitación.


El que más.

14 de marzo de 2012

Timing is crucial.

Hace tiempo que tengo una coraza transparente entre las costillas. Recuerdo el día exacto en que me obligaron a cerrarla y tragarme la llave. Lo hicieron palabras sin corazón e hipocresía. Desde entonces me salvan las canciones que no me recuerdan a personas, el resto las deseché. Podrían ser las mejores del mundo pero para mí ya no existen. Me salva gente que están a kilómetros de mí, que con dos frases saben como hacer que sonría. Me salva un telefonillo y unas pelis por la tarde, riéndonos de nada.
Me salva escribir palabras y palabras que no tienen sentido para nadie más que para mí. Me salva que sé olvidar lo malo y quedarme con lo bueno. Se me da de puta madre. 

12 de marzo de 2012

Voy a embotellar las ganas de vivir de estos días por si me quedo sin ellas. Que sí, que lo malo ya ha pasado, pero como dijo un día Sabina, más raro fue aquel verano que no paró de nevar. 

10 de marzo de 2012

"Estrella se pinta de blanco el pelo y dice que se siente vieja. Vuelve a cantar la canción que ella piensa que alguien le escribió. Finge que ignora el reloj ya son más de las nueve, y la mesa puesta. Llora un momento y la tele se ríe de ella. Una vez le prometió, tú siempre serás mi Estrella..."
Yo no necesito más que bonitas personas tocando bonitas canciones. Ya son unas cuantas noches de felicidad provocada por unos bises que no acaban. ¿Hay algo mejor que los conciertos?

3 de marzo de 2012

Tiró el cigarro al asfalto y lo pisoteó hasta apagarlo del todo. Nunca le gustó fumar, en cambio, lo llevaba haciendo diez años. Tampoco le gustaba la guerra, y se la declaraba todas las mañanas a sí misma. Ni los mentirosos, y no dejaba de engañarse. Mucho menos escuchar una canción cien veces seguidas, y aquella tarde llegó a la ciento uno. No aguantaba esperar el cambio de color del semáforo, y llevaba media hora allí plantada, sin saber si cruzar o quedarse. Si enamorarse o engañarse. Si ganar su propia batalla o declararse la guerra una vez más. 


1 de marzo de 2012

Cerrar los ojos y desaparecer. Que una voz te transporte, que tres acordes sanen tus heridas.
Las canciones que se escribieron por necesidad y se escucharon por amor, o al contrario. ¿Quién lo sabe? Ellos las componen sin saber a quién van a llegar, y nosotros sin saber su historia. 
Me gusta escuchar una canción mil veces y a la mil uno, descubrir el bajo. O darme cuenta de que la letra incluía una frase maravillosa en la que nunca había reparado. Me gusta la magia de la música, me gustan los vinilos, los agradecimientos del disco, llorar con una canción. Me gusta mirar hacia atrás en los conciertos para ver la cara de felicidad de la gente -como hacía Amelie en el cine-. Me gusta darme cuenta de que es de las pocas cosas que unen a la gente en el mundo. Que, a pesar de las diferencias, se puede compartir el amor por una banda, y eso es más que suficiente



"Ni siquiera saben lo que significa ser fan. Adorar con tanta fuerza una estúpida canción o una banda. Tanto…que hasta te duele"
Casi famosos.