25 de abril de 2012

Supongo que, cuando acabemos con todo, nos daremos cuenta de que caemos siempre en los mismos errores. Las ilusiones, las esperanzas, los rotos y los descosidos. Naceremos mil veces después de cada cruce de miradas, de cada mísero amago de sonrisa. Y moriremos después de no encontrarnos cuando doblemos la esquina.
Quizá mi cabeza esté tan llena de apuntes de asignaturas que no me importan, y de cafés amargos, que ya no sepa ni lo que escribo, ni lo que digo, ni lo que sueño. Pero, ¿qué más da? Hollywood nos vendió el corazón como un tesoro, un diamante en bruto. Y es un órgano más.

21 de abril de 2012

Deshaciendo primaveras.

Épocas malas, sonrisas vacías y cuentos sin final. Supongo que lo más fácil habría sido abrazarme a la tristeza y a la almohada y buscar razones durante todo el día para levantarme. Pero él siempre me dijo que vivir era complicado, pero que merecía la pena. Me decía que disfrutara de cada segundo, que nunca iba a volver.
Y el domingo más difícil de mi vida, lo recordé. Tiré la tristeza a la basura y decidí que el mundo está hecho para que te lo comas. Sin él todo va a ser más duro, más difícil, menos de verdad. Pero hay que intentarlo.

15 de abril de 2012

Creció entre los humildes brazos de una familia en un pueblo de Castilla. Encontró a la mujer de su vida con catorce, se quisieron a escondidas y a los veinte llegó a Madrid creyendo que se iba a comer el mundo. Volvió a buscarla y crearon una vida juntos. La guerra ya quedaba muy atrás, parecían ser tiempos mejores para todo el mundo. Tuvieron una hija, un hijo y una nieta. No necesitó más para avanzar que nosotros. No necesitó más para no querer desaparecer. Era un valiente, un luchador, una de esas personas que se pueden contar con los dedos de una mano, y que, si encuentras alguna vez, debes sentirte alguien afortunado. Nadie desaparece si todavía queda alguien que le recuerda, y en mi memoria están grabadas cada una de sus sonrisas. De sus gestos, de sus manías. De esa forma que tenía de salir adelante siempre, pasara lo que pasara.


Me han robado el mes de abril y, con él, un trocito de mí.

6 de abril de 2012

En el fondo te gusta hacerte daño. Te gusta subir al rascacielos más alto para luego tirarte sin paracaídas. Sabes lo que va a pasar desde el principio, desde la primera sonrisa que dedicas, pero sigues, porque en el fondo te llena de vida. Hace que no te sientas como una marioneta, y acorralas a la suerte. Le arrancas la voz, porque han pasado muchos inviernos que no han desembocado en primaveras, y no ha hecho nada para evitarlo. Encierras a la soledad con llave, y en un descuido la pierdes. En el fondo, sabes que te gusta.
Si no te gustase, no llevarías tantos años haciéndolo.