14 de octubre de 2012

Aún arden los sueños y la libertad.

Anoche vi a un grupo de señores revolucionarios. Tendrían unos setenta y tantos años, y la vitalidad de los veinte. Tenían tantas, tantas cosas que decir que se les quedaba pequeña la puerta del Sol. Esto me hizo pensar que si aún quedan ancianos con ganas de tocar los cojones, los jóvenes no vamos a ser menos.


Estamos en medio de una revolución que no está siendo televisada. Somos la generación del cambio, dicen. Somos los que tenemos algo que gritar y muchísimas cosas que cambiar.


"Ni todos los idiotas con cruces de madera, 
ni todos los países con cañones y banderas, 

no le han dado al mundo un golpe tan certero, 
como el que nos han dado con el maldito dinero. 
Nacemos esclavos del sitio en que nacemos, 
nos crían teniendo miedo a los que desconocemos 
pasarás la vida pagando por tu vida,
a un hijo de puta que ha amañado la partida [...]

[...] somos herederos, la lucha la empezaron otros, 

pero somos un relevo y la esperanza está en nosotros."

                       Gritando en Silencio.

1 comentario:

  1. "Somos los que tenemos algo que gritar y muchísimas cosas que cambiar"

    Y tenemos voz para que nos escuchen. :)

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