La rutina se cuela en cada rendija de tu vida. Se mete en tu casa, te cala en los huesos y hasta en los sueños. Hace que no sientas nada y, por tanto, no tengas nada bueno que decir.
Hace que no vivas y te limites a existir. Sin duda, uno de los mayores miedos del ser humano.
Yo nunca pude entender el porqué del matrimonio, el atarse a alguien para siempre y convertir el amor en monotonía. En un "¿cómo te ha ido el día?" rutinario, en un falso "todo bien, cariño".
Y ahora, quizá, en parte pueda entenderlo.
Estamos tan resignados a la rutina que no buscamos el amor, buscamos alguien que nos sostenga la mano para que al intentar matar el tiempo, no sea él el que acabe con nosotros.
Es todo eso tan cierto..
ResponderEliminarMe encanta como escribes, de verdad. Te sigo :)) pásate por mi blog si te va bien!
"La rutina... hace que no vivas y te limites a existir"
ResponderEliminarToda la razón del mundo ;-)
PD: Con tu permiso, pongo un enlace a tu blog en mi sección "Blogs interesantes" para que otros lo puedan encontrar.
¡Un saludote!