25 de junio de 2012

Ten el valor de arder, me dije. No supe como afrontar lo que se me venía encima, no supe... no supe arder. Supongo que lo fácil es huir, siempre ha sido tan simple como hacer la maleta y no decir adiós. Y yo ni supe ni voy a saber quedarme. Revolviendo entre papeles que ahora parecen de otras épocas encontré uno que decía que me iba a quemar, que me iba a acercar al borde de un precipicio, pero que no iba a parar. ¡Joder, ahora va a ser que me conozco a mí misma! Necesito parar, necesito no necesitar. Espero que dentro de dos meses entienda estas líneas y me ría de mi misma sabiendo que nada de eso ha pasado, que todo sigue igual, que ya no necesito necesitar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario