22 de septiembre de 2012

Voy a dar un paso. Importante. Necesario. O absurdo, quizás. Pero sé que tengo que hacerlo.
En las tardes aburridas en las que se estropean los planes, es cuando tu mente deja de pensar en tonterías y es momento de decidir. El paso, es que no voy a volver a esperar nada, absolutamente nada, de nadie. Quiero que me sorprendan, que me hagan reír, que me den dolor de cabeza. Pero lo último que quiero es que me vuelvan a decepcionar. ¡Eh, deja de intentar cambiar a nadie! Por eso, por eso mismo, es por lo que he decidido esto. Puede que mañana se me olvide -igual que todos esos gritos mudos sobre la autoestima, y los ¡quiérete más, coño! de domingo-. Pero, al menos, voy a intentarlo.
Porque siempre es más bonito averiguar las cosas buenas, que darlas por sentadas. 


Y con esto, una canción.

1 comentario:

  1. Estou en el mismo punto de mi vida que tu. En el que no voy a esperar nada de nadie y que quiero que me sorprendan y que me hagan reír aunque solo sea por una vez.
    No sé, creo que hay que dejar de entregar tanto por la gente, pensar y quererse más a uno mismo!
    Y que más te voy a decir? Que una vez más me ha encaaaantado tu entrada. Es estupenda, coño!
    Un besito y sabes que? Nunca dejes de escribir porque lo haces muy pero que muuuuuy bien, es uno de los blog más bonitos que conozco :)

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