1 de febrero de 2012

Relatos cortos en noches sin Luna.



Por mucho que los años pasen, J. va a seguir siendo el mismo, con las mismas magulladuras. Pero no magulladuras físicas. Heridas de antiguos amores y aún más antiguos desamores. Heridas de sangre, de lágrimas en habitaciones oscuras, sin un rayo de Sol que entre por la ventana. En edredones descosidos que tuvieron mejores días y mejor compañía. Mejores sonrisas entre besos rápidos y noches lentas. Echar de menos es fácil, lo difícil es echar de más. Porque el amor cuando no muere mata y en la ciudad grande mata más que muere.

Ahora los fantasmas del pasado se le aparecen y le cuentan que a ella le va bien. Todo lo bien que le puede ir a alguien sin amor, todo lo bien que le puede ir a alguien que se quitó el peso de los sentimientos de encima. Nunca le dijo que lo sentía, ni ella hizo amago de que quisiera perdonarle los años y mucho menos los daños. 

1 comentario:

  1. wow. me ha encantado, sobre todo esa parte en la que dice, que en la ciudad grande mata mas que muere, que gran verdad.

    un beso! :)

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